Termino de leer algunas de las reflexiones sobre experiencias innovadoras de la lluvia de ideas y lo primero que me viene a la cabeza es que somos un grupo de entusiastas que pudiendo vivir más tranquilamente nos embarcamos en proyectos innovadores porque tenemos una insaciable sed de aprender y queremos transmitir a nuestro alumnado ese mismo entusiasmo, tarea harto ardua muchas veces.
Veo también que nuestra formación es muy dispar, aunque la mayoría hemos llegado a este tipo de proyectos de una forma bastante autónoma, muy pocas veces por imperativo de los propios centros en los que trabajamos.
Mi experiencia con e-Twinning es poco: un pequeño trabajo el curso pasado y un proyecto abierto en la actualidad que no avanza todo lo bien que quisiera y no por nuestro colaborador, sino por nosotros mismos. En nuestro caso, una de las dificultades para estos proyectos es que no los planteamos como algo a realizar siempre en el aula, sino como paso previo a una actividad presencial, como sería un intercambio. Este es el caso de nuestro proyecto actual y el alumnado implicado no pertenece a ninguno de mis cursos por lo que nos reunimos de cuando en cuando y tratamos de trabajar de forma autónoma, lo que no facilita el control.
Espero que a través de este curso pueda aprender de vuestra experiencia con el fin de planificar mejor nuestros proyectos en el futuro porque creo que las potencialidades y la filosofía del proyecto son estupendas.
